lunes, 15 de noviembre de 2010

CARPA, MOSCA Y BAMBÚ

Comencemos con el protagonista principal de esta nota: La carpa (Cyprinus carpio)






Su hábitat natural es el agua tranquila, de curso lento o estancada (estanques, lagunas) pero también se la suele encontrar en algunos arroyos y ríos. Tolera niveles altos de contaminación y bajos en oxígeno. Se la puede capturar todo el año, (he tenido la suerte de poder capturar algunas a finales del invierno)  aunque su captura es más probable desde los primeros calores mantenidos de la primavera hasta los últimos al comenzar el otoño. En mi provincia, Córdoba, se las puede encontrar en grandes cantidades y en infinidad de ambientes ya sean  lagos, lagunas o embalses y hasta en algunos ríos que tienen sus bocas o desembocaduras en estos, como el dique los Molinos, Embalse de Río Tercero, todas las pequeñas lagunas que son alimentadas por el arroyo de Chucul, etc, etc, etc. Es por esto que a lo largo de varios años trato de sacarle provecho a esta especie.


La carpa es un pez omnívoro, por lo que su alimentación incluye tanto alimentos vegetales como animales, entre los que se encuentran gusanos, moluscos, insectos o pequeños crustáceos. Así es, la carpa se alimenta también de insectos es por ello que pican con mosca y que al contrario del mito de que son casi ciegas, su forma de tomar alimento no solo es por el olfato si no por la vista. Así que podemos imitar con estas un sin fin de alimentos usando modelos prediseñados o creando nuestros propios diseños que se adapten al ambiente y que imiten la alimentación del pez. Es posible pescar carpas con mosca y otra gran cantidad de especies que creíamos que no. 









Mi primera experiencia con esta especie en esta modalidad de pesca fue en un pequeño lago de mi ciudad natal (Río Cuarto), donde frecuentemente vamos con amigos a practicar pesca con mosca. Tras un año de gran sequía observe un comportamiento que pocas veces había visto de esta especie. Gran cantidad de carpas de buen porte (entre 2 kg y 5 kg aproximadamente), estáticas, muy cerca de la superficie y en posición oblicua con la cabeza apuntando hacia abajo (¿raro no?). Al transcurrir la jornada estas se fueron moviendo y buscando comida. Muchas tomaban pan, hojas, algas e insectos que flotaban en la superficie del agua. Fue ahí en donde la práctica de pesca con mosca se convirtió en una jornada de pesca con mosca. Al ver que tomaban pedacitos de pan opte por probar con una mosca Elk Hair Caddis color blanco. Después de varios tiros cerca de un par que se estaban alimentando con frecuencia en la superficie, una da un pequeño giro de cabeza, abre su boca con una total tranquilidad y sutileza y toma la mosca. Corazón casi paralizado por la sorpresa, clavo y a luchar. Tras 10 minutos de pelea se mete entre una gran cantidad de algas del fondo a unos 20 metros de la costa y la pierdo. Total decepción y bronca, pero hubo revancha. Luego dos piques más, esta vez trabajándola con la caña alta de manera de pelearla cerca de la superficie para que no profundice y me suceda lo mismo que la primera, pero esta vez con éxito. 







Fotografía tomada por una  amiga en donde puede verse a una carpa a punto de tomar la mosca de color blanco. 


Ambientes



La forma más probable de tentar y poder pescar esta especie con una mosca es cuando podemos visualizarlos (pesca a pez visto), ya sea cuando se encuentran cerca de la superficie o media agua para arriba en ambientes de baja profundidad y si el agua posee cierto grado de transparencia, por supuesto en este caso tendremos que ser más cautos para no espantar al pez. Nuestras probabilidades de capturarla aumentan en estas condiciones. Visualizado el pez o cardumen o teniendo la certeza de la presencia de estas por movimientos en la superficie, desprendimiento de burbujas o alguna señal que nos indique que están allí, es cuando debemos hacer los primeros intentos. En lo personal no hago el lanzamiento de mi mosca hasta no observar bien el ambiente y el comportamiento del pez: si se está alimentando o no, si se está alimentando en superficie o buscando alimento a media agua o el fondo, que tipo de alimento busca, en fin alguna tarea de investigación previa. De esto dependerá la mosca que elijamos y la técnica para tentar a la especie a tomar la mosca. El trabajo de observación lleva su tiempo así que si algo me ha dado resultado en esta pesca es la paciencia y voy a aclarar además que de 5 o 6 jornadas solo obtengo resultado en 1, por lo tanto sepa que aquel que pudo capturar alguna se ha pasados unas cuantas semanas o más intentando, pero como todo pescador, solo comenta las jornadas que pesco y no las que no obtuvo nada, así somos… además de agrandar siempre unos centímetros y kg a nuestras capturas. 









Técnicas

En cuanto a la técnica que utilizo con mosca es lanzar el artificial anticipando la trayectoria del pez. Esta técnica es mejor si se ha observado con anterioridad el movimiento que está realizando con frecuencia la carpa. En general la carpa realiza trayectorias repetidas cuando busca comida. Por lo menos esto he observado.  Lanzar la mosca un metro o menos por delante de la trayectoria sin moverla y esperar. Es común que en muchas ocasiones la carpa, segundos antes de querer tomar la mosca, se asuste o desconfíe por algún motivo y esquive la misma moviendo la superficie del agua bajo la mosca. Suele pasar pero es un buen indicativo que la mosca elegida le interesa. En cuanto a la pesca con mosca de hundimiento, esta se puede realizar con indicador de pique dejando la mosca en reposo y la distancia entre la mosca y el indicador de acuerdo a la profundidad que hemos visualizado a las carpas. Otra técnica y  que he implementado con buenos resultados en su momento consiste en dar tironcitos cortos con la línea, a una velocidad aproximada de 2 cm por segundo. Esta técnica me ha dado resultados cuando no podía visualizar el pez en superficie.







La pelea


Como todos sabemos la carpa es un pez ``gordo´´, muchos pescadores la llaman ‘’chanchos’’, por su gran cantidad de grasa debido a sus hábitos alimenticios y el ambiente donde frecuenta pero también con una musculatura considerable. Eso hace que la pelea sea más que interesante. Clavado el anzuelo se viene la primer gran ‘corrida’, en muchos casos y en mi experiencia personal ha sacado línea hasta llegar al backing, y en una oportunidad tuve que agarrar esta con firmeza hasta que corte el tippet porque me estaba llevando toda la reserva y no la podía parar, así que otro punto importante es tener por lo menos 50 metros de hilo de reserva.  Es importante regular bien el freno del reel antes de cualquier lanzamiento. Además es un pez que no se rinde fácilmente. En los primeros ''manotasos'' para agarrarlo creyendo que ya está cansado, da sus últimas ‘corridas’. Estos son los dos momentos más emocionantes ya que en la parte media de la pelea hay que tener paciencia para  ir ganando línea. En general se mueven de un costado a otro con velocidad constante, rara vez tiene movimientos erráticos como la trucha o pega saltos, en una sola oportunidad, una salto en pelea pero es poco común. Si las he visto saltar fuera del agua pero por motivos que desconozco. 











El equipo:

En cuanto a los equipos, dependerá del tamaño de las carpas que habiten el ambiente donde estemos pescando y por supuesto del gusto de cada uno. Un equipo para línea # 5 a # 7 entre 8 y 9 pies de longitud es correcto. He pescado carpas de 4 kg con un equipo No 4 y se tornó complicado, dando una lucha de más de 15 minutos y tanto para el pescador como para el pez si nuestra intención es devolverla no es aconsejable.  La línea que utilizo son las WF  de flote con leader cónico de monofilamento de 2,5 metros y tippet 2x (0,23 mm) de aproximadamente 60 cm. He comprobado que al igual que la trucha el diámetro del tippet es importante,  asi que si se puede reducir el tamaño de este, mejor. 






Las moscas:


La mejor forma de elegir la mosca correcta es observando en forma exhaustiva la clase de alimento que está comiendo la carpa en ese momento y en el ambiente de pesca. No existe un tipo particular de mosca para esta especie, cada mosca debe adaptarse a cada ambiente. Un tipo de mosca puede funcionar bien en un lugar pero no en otro por lo tanto el pescador que fabrica sus propias moscas tiene una ventaja en este tipo de pesca. A partir de todo esto buscar la mejor imitación teniendo en cuenta como factor más importante, a mi criterio, el color de la mosca. He visto más variantes de moscas para la pesca de carpas que para la pesca de truchas. Ya sabemos que para la trucha con una Wolly sea el ambiente que sea hay chances de pescar alguna. Para la carpa no hay una que sea la inigualable y la que rara vez falla. Hay que dar con la mosca adecuada al ambiente donde habita según sus hábitos alimenticios. He tenido buenos resultados con mosca en color blanco (imitación de miga de pan), también verde que imite algún alimento vegetal o algún color llamativo como fucsia o rojo y en combinaciones de estos. He visto pescadores que usan moscas que imitan una mora, otros imitación de lombriz, escarabajo, camarón, dragonfly, wolly bugger, damselfly etc, etc. En fin… una gran variedad que a cada pescador le ha dado resultado. En una oportunidad en el embalse de rio tercero tirando con un streamers bastante voluminoso de color negro para pescar tarariras se me prendió una carpa de importante tamaño: Al principio pensé que era la tararira de mi vida y después por la pelea y por visualizar el pez me di cuabta que era una carpa y estaba prendida de la boca. Una anécdota pero como para remarcar que cuando tienen hambre, tienen hambre. En cuanto a tamaño de anzuelos deben ser pequeños, #12 a #16 ya que la carpa es de boca pequeña pero resistente ya que son especies de gran porte en su mayoría




                                  Imitación de miga de pan



Les recomiendo intentar esta pesca ya que en lo personal me resulto una experiencia excitante e inolvidable con detalles que no están presentes en la pesca de otras especies y que se puede practicar en gran parte del año y, como sabemos, estamos en presencia de un pez que en la mayoría de los casos es de gran porte con lo cual se hace doblemente emocionante al intentar pescarla con mosca.

La Carpa, una especie odiada por algunos y querida por otros.

*No puedo evitar comentar sobre la estigmatización que tiene esta especie por diferentes motivos:

 La pelea, que muchos consideran como tener un pez muerto al final de la línea. En lo personal y específicamente en lo que respecta a mi experiencia al pescarlas con mosca, no lo considero así. He pescado diferentes especies de truchas, tarariras y dorados con moscas y les aseguro que tener una carpa al final me ha dado grandes satisfacciones y batallas inolvidables.

La alimentación de huevos de otras especies es quizás la más conocida por la cual se la demoniza y la realidad es que hay estudios que concluyeron que los huevos de peces son constituyentes infrecuentes en la dieta de la carpa. No obstante, no es posible establecer conclusiones definitivas en este aspecto  porque los muestreos no abarcaron completamente la época de desove de las especies autóctonas así que en lo personal lo considero simplemente un ‘’mito popular’’.



Otra es la proliferación de esta especie debido a la facilidad de reproducción que tiene. En algunas partes del sur de nuestro país como arroyito, limay medio y el rio negro existe esta especie y esto ha despertado grandes debates y hasta generando grieta entre pescadores debido a la posible competencia por el alimento con la trucha y sus posibles consecuencias. En Córdoba no está en los ambientes donde frecuentamos pescar trucha pero si en muchos otros así que lo cierto es que la especie esta hace años y en grandes cantidades y en lo personal aprovecho su presencia para pescarlas con mosca, Todo lo demás, es debatible y con estudios serios hechos por personas calificadas se podrá llegar a concluir a ciencia cierta si la especie es o no una amenaza para otras especies y su impacto sobre el ecosistema en nuestra región y a partir de ello que hacer al respecto.  






domingo, 20 de junio de 2010

PESCA Y ALGO MAS

Pesca y algo más: Las cañas de bambú para la pesca con mosca

Todo pescador aficionado a la pesca con mosca y por que no aquellos amantes de la pesca deportiva, alguna vez abran oído hablar sobre las legendarias cañas artesanales de bambú para la pesca con mosca. Hablar de estas cañas me trae recuerdos de cuando era pequeño y veía a un ``viejo´´ y reconocido pescador con mosca (Mirco Rodriguez) de la ciudad de Río Cuarto, mi ciudad natal, haciendo esos movimientos que en ese entonces se veían tan raros, usando una caña de bambú a orillas del rió las Barrancas, río de un hermoso pueblo llamado Alpa Corral donde nació este amor por la pesca deportiva.



 La caña de bambú: Un producto artesanal de difícil acceso hoy en día, no solo por su elevado precio si no por la pequeña cantidad de personas que toman un rincón y, menos cantidad aun, un ``rinconaso´´ de sus vidas para la elaboración de las mismas.







¿Por que es un producto tan preciado?

Primero, su carácter artesanal lo cual lo hace un producto único y, quien lo desee, personalizado. Segundo, lo difícil de conseguir se convierte en preciado. Tercero, el delicado casteo que estas cañas generan gracias al extraordinario material con la que estan construidas. Cuarto, un producto para toda la vida si se realiza un correcto mantenimiento y cuidado.







¿Que siento cuando estoy lanzando la mosca con la caña de bambú?

Sinceramente, además de escapar del casteo cotidiano de las cañas de fibra de carbono u otro material sintético, en cierta forma siento que retrocedo en el tiempo honrando a aquellas personas que durante el nacimiento de este arte (la pesca con mosca) usaban este tipo de cañas con prácticamente un 100 % de materiales extraídos directamente de la naturaleza, desde el propio bambú, hasta el barniz, los pegamentos, los hilos para el anillado, etc. Hoy en día la evolución de muchos materiales para la construcción de varas de pesca ha facilitado la construcción y cambiado seguramente en varios aspectos estas cañas.

Considero, en general, a la pesca con mosca como un arte. Realizar semejantes movimientos con innumerables detalles físicos para que la mosca se pose correctamente sobre el agua, la fabricación de los insectos artificiales para engañar al pez, el movimiento que este requiere para aumentar el engaño, si a esto le sumamos una caña fabricada a mano y que cumpla correctamente con su función, indudablemente cada salida de pesca es artística.

Fabricar un producto artesanal requiere principalmente de 2 cosas, la doble p: Pasión y Paciencia. Estas dos cualidades del ser humano se ven reflejadas en el producto final y por experiencia les digo que cuando falto una de estas se noto en la caña, y la estética y la ``perfección´´ es una carrera interminable pero importante en un producto artesanal. La originalidad es otro factor que creo muy importante.







Hacer cualquier clase de artesanía, así como pescar con mosca, despierta la imaginación del humano llevándolo a un mundo propio y único como cada caña, escapando de la cotidianeidad, las presiones, los ruidos, el stress, los ácidos grasos saturados, el Dengue, la Gripe A, la inflación (monetaria y corporal), etc, etc, etc.

Un poco de Historia

El uso de bambú para la construcción de cañas de pesca comenzó en China antes de Cristo. Sin embargo, la evolución de estas ancestrales cañas hasta las empleadas hoy en día, ha sido un proceso lento. No fue hasta mediados del siglo XIX cuando el bambú empezó a ser utilizado por los artesanos ingleses y norteamericanos.

Se cree que en 1846 Samuel Phillipe, un armero de Easton, Pensilvania, hizo las primeras 6 tiras diseñadas con caña de Calcuta y de que su hijo, Solón, construyó la primera caña hexagonal completa con la caña de Calcuta en 1859. Aunque esta afirmación ha sido criticada recientemente, con la publicación de Split & Glued de Vincent C. Marinaro (2007).


La compañía Leonard comenzó en 1874 a fabricar maquinaria para producir cañas de bambú completas. Las varillas de sección cuadrada fueron las primeras en fabricarse pero luego empezó a fabricar cañas a partir de 6 tiras para formar un hexágono, por razones comerciales. La versión hexagonal era más fácil de producir y pronto se convirtió en lo normal.

El bambú Tonkin (llamado así por muchos importadores) no fue empleado para la construcción de cañas hasta 1930. El profesor F.A. MClure, que viajó a China en 1927 como experto en botánica a la Universidad de Lignan, clasificó varias especies no conocidas de bambú en China. Entre ellas estaba el bambú Tonkin, al que dio el nombre científico de Arundinaria Amabilis, o “lovely reed”. El A. Amabilis se cultiva en las colinas que bordean el río Sui en la región de Guangdong, China. Es la única zona del mundo en la que esta especie posee las características demandadas por los constructores de cañas. Cultivada en plantaciones, las cañas de bambú Tonkin pueden alcanzar alturas de unos 12 metros. Una vez recolectadas, las cañas se cortan en varias piezas y se llevan al río Sui para su limpieza y enderezado. Las cañas, llamadas “culms” por los constructores de cañas, son entonces clasificadas, atadas en paquetes y transportadas para su posterior exportación a todo el mundo.


El embargo, iniciado y extendido por el comunismo impidió la importación de bambú, y combinado con la aparición de la fibra de vidrio y su producción en masa, conllevaron el final de la edad dorada del bambú.

Las cañas de bambú producen un suave y fluido lanzamiento el cual provee un efecto de amortiguamiento propio al final del backcast. El tiro hacia delante acelera la línea con el mismo efecto amortiguador del principio y luego posa la mosca en forma precisa y suave sobre el agua. Este amortiguamiento, sensibilidad y acción lenta las diferencia de las cañas de mosca construidas de materiales sintéticos como grafito, fibra de carbono o fibra de vidrio. Sin embargo la capacidad del constructor permite hacer cañas de este material de acción rápida o media utilizando un diseño adecuado.



miércoles, 10 de febrero de 2010

Etapas de Construcción: Caña Artesanal de Bambú para la Pesca con Mosca






La caña es el eslabón que une el brazo del pescador con la línea y al final de esta, la mosca. Estas 4 partes deben estar unidas y funcionar armoniosamente de manera que el conjunto cumpla con su función: impulsar sutilmente la mosca al lugar deseado. Así es que fabricar una caña artesanal para la pesca con mosca es todo un desafío.

El proceso de fabricación de las cañas de bambú requiere de por lo menos 20 etapas. Es por esto que es un proceso largo de más de 70 horas de mano de obra, de allí su precio elevado en comparación con las cañas de otros materiales fabricados en serie. Al ser un producto artesanal cada caña tiene su propia identidad y características que la hace única. A continuación daré un pantallazo general sobre las etapas de construcción de una caña de bambú que, en lo personal, uso durante la construcción. Cabe aclarar que cada etapa requiere de un sin fin de detalles que podrá consultar en otras fuentes o ganar con la experiencia propia.
Todo comienza con la obtención de la materia prima principal: el bambú. En este punto voy a abrir un ``paréntesis´´.

Frente a las dificultades de conseguir el bambú de Tonkin en nuestro país me vi obligado a buscar una especie de bambú que se asemeje lo más posible a este último en cuanto a varias características necesarias para la construcción de las cañas. Así es como llegue a un artesano del bambú de mi ciudad que tenia en su taller cañas de nuestro país de excelente calidad y con un proceso de curado de años. Con una distancia entre nudos de más de 33 cm, con una superficie sin imperfecciones, diámetro adecuado y con una gran cantidad de fibras de potencia era evidente que esta especie de bambú era apta para la construcción de las cañas. Las fibras de potencia van de nudo a nudo en anillos concéntricos y son los que dan fuerza a la estructura cilíndrica.




La primer etapa y de gran importancia, una vez realizada la selección y corte de la plantación a la longitud deseada (aprox. 1,6 mt de largo), es el proceso de curado que puede durar meses y hasta años dependiendo la condición del culm (tallo) al momento de ser cortado.








El paso siguiente es el flameado del culm. Esto se puede realizar con soplete. El objetivo del flameado es darle un aspecto atractivo, ya sea moteado u oscuro con diferentes tonos de marrón. Además, esta etapa permite disimular manchas de humedad y reducir la humedad del mismo.



Luego se procede al corte del culm en varillas. Se corta el culm longitudinalmente en dos mitades con la ayuda de un froe. Luego a cada mitad se la vuelve a dividir en dos y así hasta obtener varillas de 6 a 7 mm aproximadamente de espesor. Es posible obtener hasta 24 varillas por cada culm. Es necesario 12 varillas para una caña de dos tramos así que con un culm de diámetro suficiente podemos construir dos cañas. Esto, por supuesto, dependerá del diámetro del mismo.



La siguiente etapa es el alisado y enderezado de los nudos. El alisado se puede realizar con lima o lija y el enderezado es una combinación de calor para ablandar las fibras que se entrecruzan en esta zona seguida de presión mediante una morsa.





Finalizada esta etapa es hora de elegir el método de alternado de los nudos. Existen 4 métodos, dos de los mas utilizados en mis cañas son el 2x2x2 en donde cada nivel de nudos tiene dos de ellos a la misma altura y en caras opuestas y el método 3x3x3 el cual cada nivel de nudos tiene 3 nudos colocados en caras alternadas. Una vez que las 6 tiras de una sección están alineadas se las marca a la longitud deseada y se corta el sobrante.



Método de alternado de nudos 2x2x2



Método de alternado de nudos 3x3x3
 
El paso siguiente es la formación de los ángulos de 60 grados a las varillas. Para ello se utiliza un molde primario o también llamada herramienta para desbaste inicial sobre las cuales se cepillan las varillas para obtener el ángulo deseado.







Una vez obtenidas las 12 varillas de sección triangular se atan las 6 varillas de cada tramo y se las somete a un tratamiento térmico. Para ello se las coloca en un horno a una temperatura de 180 0C durante 15 minutos. Esta etapa elimina parte de la humedad del bambú y templa las varillas, además de ablandar las curvas que pueda haber y de eliminar tensiones.




Finalizado el tratamiento térmico es hora de definir la conicidad (taper) de las cañas. La conicidad junto con la longitud y el tratamiento térmico son los factores, a mi criterio, más importantes que definen la acción y la potencia de la caña de bambú.

Para darle conicidad a las varilla triangulares se utiliza un molde secundario o herramienta de desbaste final la cual puede ajustar medidas para la fabricación de diferentes modelos o diseños de tapers.



Una vez finalizada esta etapa se procede al pegado y atado de las varillas. Esta etapa requiere del uso de una maquina especial o simplemente a mano tomando las precauciones necesarias ya que se trabaja con pegamento.






Ya seco el pegamento se quita el hilo y se efectúa al lijado del excedente de pegamento, con lija de grano 240 a 360 de manera de no dañar el enamel (material duro y liso de la superficie del bambú), que es el que posee gran cantidad de fibras de potencia.




Previo al montaje de los componentes que se mencionan a continuación se procede a buscar la ``espina de la caña´´. Toda varilla posee uno de sus lados o una zona que opone menos resistencia a la flexión que las demás. La idea es encontrar esta zona para luego elegir la cara sobre la que van a colocarse los pasahilos de acuerdo a nuestras preferencias de casteo.

Ahora pasamos a la fabricación y montaje de los pasahilos, los conectores, el asiento del reel y la empuñadura. Cada una de estas partes de la caña es también fabricada artesanalmente por el constructor.







Los pasahilos mas utilizados son los llamados serpentiformes de acero inoxidable, titanio, etc. El atado de estos requiere de un hilo fino y resistente. Comunmente el anillado se hace con hilo de seda y mediante una mesa de anillado especial para esta tarea. Finalizado el montaje se los barniza con un recubrimiento especial.










El asiento del reel considero que es la segunda parte de la caña que se lleva la atención principal. La utilización de un sin fin de maderas exóticas acompañado de finos herrajes artesanales completan el carácter único de estas cañas.













Los conectores más utilizados son los metálicos, que pueden ser de alpaca u otro metal resistente, o también se pueden fabricar los conectores hexagonales de bambú, cuyo proceso de fabricación necesitaría un capítulo aparte.








La empuñadura de estas cañas se fabrica, en la mayoría de los casos, a partir de anillos de corcho de buena calidad, que provienen de Portugal, pero la originalidad del artesano puede crear empuñaduras de otros materiales y formas que cumplen su objetivo perfectamente dándole un toque único y diferente.





Como detalle adicional se realizan las inscripciones personalizadas y de las características de la caña mediante pluma y tinta o mediante estilógrafos, marcadores permanentes, impresiones digitales, etc, en donde se escribe el nombre del constructor, el modelo, la longitud, potencia de la misma y, si el cliente lo desea, una dedicatoria.





La etapa final es el proceso de barnizado. Esta etapa tiene como objetivo proteger el bambú de la humedad y de los rayos solares, además de resaltar el color natural del bambú. Para esto se puede utilizar barniz marino.



Como toda caña de mosca necesita alguna funda con divisiones para cada sección y un portacaña que la proteja. El portacaña, para no perder lo artesanal, se fabrica de madera, en lo posible de alta dureza y buena ''estética'' ya sea por sus vetas bien visibles o exóticas por naturaleza. En muchos casos he fabricado portacañas de bambú, utilizando aquel culm que descarte para la fabricación de las cañas pero que bien sirven para este fin.






Y… ``listo el pollo y pelada la gallina´´. A disfrutar de la hermosa e inigualable sensación de lanzar una mosca con una caña artesanal de bambú.